VI Conferencia Internacional. El Reto de México ante la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información

 

Esta relatoría fue elaborada por Raúl Trejo Delarbre, investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.  La Conferencia se realizó en el patio principal del Senado de la República del 28 al 30 de mayo de 2003 y estuvo auspiciada por la Comisión de Comunicaciones y Transportes del propio Senado, la representación en México de la Fundación Konrad Adenauer, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana, la UNESCO y la Asociación Mexicana de Derecho a la Información.

Introducción

1. Definiciones

2. La brecha digital

    2.1 Concepciones sobre la brecha digital

    2.2 Medidas contra la brecha digital

    2.3 Brecha de calidad y cantidad

3. Usos de la Sociedad de la Información

     3.1 Educación

     3.2 Economía, tecnología y comercio

     3.3. Software / código abierto

     3.4 Gobierno digital

     3.5 Entender la apropiación de la Red

4. Abusos. Libertades. Privacidad

5. Los medios convencionales

6. El fracaso de e-México

7. Hacia la Cumbre Mundial en Ginebra

     7.1 México en la Cumbre Mundial

     7.2 Escenarios y expectativas para la Cumbre

 

Introducción

 

Destinataria de las nuevas quimeras globales, escenario de encuentros y desigualdades, motivo de codicias financieras y ambiciones políticas, la Sociedad de la Información constituye, a no dudarse, el espacio contemporáneo para edificar el futuro o resignarnos a que otros lo construyan. Definida entre otros rasgos por la abundancia de datos, la instantaneidad con que se transmiten, la capacidad para aprehenderlos casi desde cualquier sitio y la posibilidad para que cada quien coloque allí sus propios contenidos, la Sociedad de la Información tiene como columna vertebral a la Internet aunque en ella convergen los medios de comunicación convencionales y, en el futuro, habrá otros espacios y mecanismos imbricados con la red de redes.

Ese nuevo entorno, que no desplaza a los anteriores pero tiende a crecer, está contribuyendo a transformar cultura, educación, negocios y entretenimiento y apenas están por desarrollarse sus mayores posibilidades. La variedad y novedad de opciones que la Sociedad de la Información implica conduce a que, a menudo, se la idealice con tanto frenesí que se olvida que una enorme parte de la humanidad continúa marginada de ella igual que de otros bienes culturales y materiales.

La definición de los alcances y posibilidades de ese nuevo espacio de interacción social, sus condiciones en el mundo y en México y los contrastes que ofrece desde su caracterización misma, fueron motivo de la reflexión que, auspiciada por el Senado de la República y otras instituciones, hemos tenido durante los recientes tres días. Además de propuestas e inquietudes muy puntuales, que pretenden nutrir la posición mexicana ante la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información cuya primera fase tendrá lugar en Ginebra en diciembre próximo (la segunda está programada para realizarse en Túnez en noviembre de 2005) en esta Conferencia Internacional hemos conocido enfoques diversos y casi siempre complementarios. Al cabo de estos tres días tenemos certezas más consistentes acerca del carácter fundamental de la Sociedad de la Información pero, también, nuevas preguntas y dilemas **.

Durante esta Conferencia se expresaron numerosos diagnósticos, posiciones y pronósticos. Solamente la versión completa de las ponencias y discusiones dará idea cabal del intenso y enterado interés que ha suscitado el tema de estas reuniones. La presente relatoría ha querido rescatar las líneas principales debatidas durante la Conferencia y, de manera especial, las propuestas manifestadas durante estos tres días.

 

1. Definiciones

La definición misma de Sociedad de la Información y el significado de esta discusión ocuparon el interés de varios conferencistas y panelistas. Con erudita autoridad, el doctor Armand Mattelart explicó que la inserción, como tema ciudadano, de la Sociedad de la Información, expresa "el combate de una generación" que se traduce en la reivindicación del espacio que abren las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Mattelart sugirió un giro a ese concepto cuando dijo que él preferiría hablar de "una sociedad de los saberes para todos y por todos".

La información no basta. De hecho, su exuberancia llega a ser un problema adicional a los que significa el marginamiento respecto de los cauces de difusión más abundantes en datos y opciones. Por ello Alejandro Alfonzo, Consejero Regional de la Unesco, insistió en que la información no es suficiente. Darle respuesta y contenido a esa preocupación es tarea de las sociedades y los Estados.

La senadora Dulce María Sauri advirtió que la sociedad no comprende los alcances de este fenómeno pero ya siente sus efectos. Más que un problema, dijo, la Sociedad de la Información es un desafío.

Al explicar esa Sociedad de la Información se entremezclan el diagnóstico y el pronóstico. En estas sesiones se recordó la definición de los documentos preparatorios para la Cumbre de Ginebra: "Es una nueva forma de organización social, más compleja, en la cual las redes TIC más modernas, el acceso equitativo y ubicuo a la información, el contenido adecuado en formatos accesibles y la comunicación eficaz deben permitir a todas las personas realizarse plenamente, promover un desarrollo económico y social sostenible, mejorar la calidad de vida y aliviar la pobreza y el hambre". (Proyecto de Declaración de Principios para la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información. Marzo de 2003).

Ante estas nuevas tecnologías corremos el riesgo de encandilarnos y, entonces, sobredimensionarlas. También sería erróneo despreciar la enorme influencia que tienen o llegarán a alcanzar en nuestras sociedades. El profesor Mattelart señaló que "el enfrentamiento no es entre tecnófilos y tecnófobos sino entre mesianismo tecnoglobal y apropiación de las técnicas en cada sociedad". A su vez el profesor Víctor Flores Olea, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, subrayó la creciente dependencia de la política respecto de la información en las sociedades contemporáneas.

Mattelart mismo se había referido a las connotaciones geopolíticas de la Sociedad de la Información. Antes, en la inauguración de esta Conferencia el Rector General de la UAM, Luis Mier y Terán, deseó: "Todos los países debemos tener garantizado el acceso a la información pero, además y sobre todo, tendremos que tener garantizado el acceso a la palabra". Con afán similar Sally Burch, directora de la Agencia Latinoamericana de Información, propuso extender al ciberespacio la libertad de expresión. La investigadora Ligia Tavera Fenollosa, de la sede mexicana de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, añadió: "la Sociedad de la Información debe asegurar a todos los ciudadanos su derecho a la expresión, a la información, a la libre circulación de la misma y a la participación, independientemente del tipo de medios. Esto implica que la Sociedad de la Información debe ser una sociedad cultural y lingüísticamente diversa. Una sociedad incluyente, de la que todos los grupos sociales sean parte".

La ya citada Sally Burch urgió a "rescatar el sentido de lo ‘público’: lo que no es ni del Estado ni de lo privado... (la) esfera o espacio donde la ciudadanía en sus diversas expresiones pueda intercambiar ideas, debatir sobre modelos de sociedad, fiscalizar el manejo de poderes y tener un acceso transparente a la información que concierne a la comunidad". Ese ámbito plural de la comunicación, dijo Burch, ha de ser garantizado por políticas públicas. En la misma línea, Tavera señaló que el hecho de ser un bien público ubica a la información más allá de los intereses del mercado y ello conduce al desarrollo de políticas públicas, marcos legales claros y acciones conjuntas entre gobiernos, empresarios y sociedad. La misma investigadora, en otra vertiente, destacó la interactividad que se puede lograr en la red de redes tanto en la posibilidad que sus usuarios tienen para modificar los contenidos de la Internet como en el surgimiento del ciberespacio como nueva arena de interacciones.

Anhelos y políticas entremezclados, a la Sociedad de la Información se le reconoce como espacio de bienaventuranza pero también de riesgos tan grandes como las oportunidades que ofrece. En el inicio de estas sesiones Javier Corral Jurado, Presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes de esta Cámara, indicó que "el Senado de la República tiene interés en que haya un rostro humano de las tecnologías de la información y de la comunicación".

De la manera como se le moldee, con políticas públicas, acciones legislativas y según la concertación social que se logre, dependerá la humanidad o brutalidad que tengan los rostros de esta Sociedad de la Información. Alfonzo se apoyó en la Declaración de Bávaro, que forma parte de los materiales que alimentan la discusión rumbo a Ginebra, para decir: "La sociedad de la información es un sistema económico y social donde el conocimiento y la información constituyen fuentes fundamentales de bienestar y progreso".

Otras voces amalgaman reivindicaciones sociales y subrayan diferencias políticas con las concepciones imperantes en esta discusión y, en vez de Sociedad de la Información, prefieren hablar de "Derecho humano a la comunicación". En un documento dirigido a esta Conferencia por 14 organizaciones sociales y 9 ciudadanos interesados en el tema, se plantea que ese derecho sea "garantizado a todos los miembros de la población, incluyendo en esto su participación activa, incluso en la producción de contenido, y el derecho a la propiedad de los medios para transmitir tales contenidos".

 

2. La brecha digital

 

A la brecha digital se le reconoce como rasgo indeseable cuyo reconocimiento es preciso documentar a fin de paliarla o abatirla, aunque varios de los panelistas subrayaron que no basta con preocuparnos por la cantidad de conexiones o computadoras. El senador Corral anticipó que "si bien es cierto que las tecnologías pueden hacer avanzar y superar los grados de marginalidad, de pobreza y de ignorancia de los pueblos... también pueden ahondar y ampliar esas diferencias". En otra intervención, el mismo legislador explicó que "la brecha digital existe entre países con niveles distintos de desarrollo, y por supuesto, dentro de un mismo país". El ya mencionado Alejandro Alfonzo coincidió en que la brecha digital "acentúa la desigualdades en el desarrollo y excluye a grupos y países enteros de los beneficios de la información y el conocimiento".

Sus causas, fueron recalcadas con una crudeza que impediría quedarse en el mero diagnóstico. El mismo Alfonzo señaló que la brecha digital "tiene su origen real en la pobreza". La periodista Burch apuntó que el problema a resolver no es la brecha digital sino las brechas sociales. El profesor Ernesto Piedras, consultor independiente y profesor en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, lo dijo de otra manera: "Nuestra brecha digital va en paralelo a nuestras brechas de desarrollo".

El consultor Enzo Molino añadió que la brecha también es tecnológica. El doctor Piscitelli recordó que la introducción masiva de una tecnología no basta para abatir las desigualdades sociales. El doctor Jorge Navarro Isla, del Instituto Tecnológico Autónomo de México lo dijo en otros términos: "la Sociedad de la Información ha creado una nueva riqueza y, por consiguiente, una nueva pobreza".

Esa explicación no llevaba a la resignación. El senador Corral, en su intervención al final de la Conferencia, hizo explícito este propósito: "si bien podemos convenir en que la brecha socioeconómica está en la base de la brecha digital, también es posible aludir algunas de las esperanzas de que este acceso universal a las tecnologías de la comunicación, pueda ser en algún momento clave para la prosperidad económica".

 

2.1 Concepciones sobre la brecha digital

Más que sobre sus dimensiones, varios participantes discutieron acerca de la definición de brecha digital. La maestra Gabriela Warkentin, de la Universidad Iberoamericana, consideró que suponer que la brecha digital se limita al acceso directo a la Red constituye una visión simplista y limitada. La infraestructura es fundamental, dijo, pero esa es únicamente condición para que aprovechar las opciones que ofrece la Sociedad de la Información.

En esa línea de reflexiones el doctor Bert Hoffmann, del Instituto Iberoamericano de Hamburgo, señaló que "la respuesta no es poner a todos en línea sino cómo integrar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en función del desarrollo".

El doctor Ricardo Zermeño, director general de la firma Select, apuntó que "las nuevas tecnologías no tienen capacidad transformadora per se; son las organizaciones con capacidad transformadora quienes las pueden aprovechar de manera sobresaliente".

La doctora Ligia Tavera indicó que más que una hay varias brechas en este campo: "Existen desigualdades socioeconómicas, de género, por edad o por ocupación. Es decir no existe una brecha digital sino una variedad de brechas cuyo comportamiento ha variado en los últimos años. Mientras que algunas brechas se han mantenido o profundizado, otras se han reducido".

El presidente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones, Javier Lozano, había precisado: "La brecha digital es una expresión más –aunque novedosa– de la pobreza".

 

2.2 Medidas contra la brecha digital

Para cerrar la brecha o, en otros términos, para abrirle cauce al conocimiento, se mencionaron varias opciones. Sally Burch propuso crear puntos de acceso comunitario (telecentros, conexiones en bibliotecas, escuelas, etcétera). Desde una perspectiva distinta el ingeniero Jaime Chico Pardo, director general de Teléfonos de México, subrayó el propósito de esa empresa para intensificar la creación de centros comunitarios con acceso a la Red. El doctor Hoffmann advertiría: "más difícil que abrir un telecentro es darle continuidad".

Alfonzo había mencionado el Plan Puebla-Panamá del gobierno mexicano, que incluye el proyecto para desarrollar la "Autopista Mesoamericana de la Información". A su vez el maestro Scott Robinson, de la UAM Iztapalapa, consideró inadecuado que los proyectos de conectividad oficiales no tomen en cuenta infraestructura ya existente como la de los cibercafés.

 

2.3 Brecha de calidad y cantidad

De acuerdo con las muchas voces que en esta Conferencia insistieron en que la brecha digital tiene abundantes aristas el profesor Piedras explicó que, de 50 indicadores básicos que la Unión Internacional de Telecomunicaciones estableció para medir el desarrollo de estas tecnologías, México solamente cumple con 20. Ese 40% de tales indicadores básicos contrasta con el 76% que reúne Chile.

Bert Hoffmann documentó las enormes disparidades que hay entre la calidad del acceso que tienen los usuarios en regiones como Europa en comparación con los de otras latitudes. "Luxemburgo tiene más ancho de banda que toda África", dijo.

La brecha digital significa diferencias en la cantidad pero, además, en la calidad del acceso a la información, se dijo también. Se sugirió, en suma, ampliar la cobertura de la Internet en México tanto en cantidad como en calidad de las conexiones.

 

3. Usos de la Sociedad de la Información

 

A partir del reconocimiento de que no basta con ampliar el acceso a las redes, se expresaron preocupaciones sobre la pertinencia de desarrollar contenidos apropiados para distintas circunstancias y necesidades sociales. Al recordar que el acceso a la información no es suficiente, Alfonzo dijo que se deben encarar necesidades como el desarrollo de contenidos apropiados y la formación de capacidades humanas y habilidades técnicas que llevan a la transformación del conocimiento e información en activos de poder y producción". Ponentes como este relator y el señor Enzo Molino coincidieron en que es preciso impulsar el desarrollo de contenidos nacionales para la Red. La dimensión cultural que, en el sentido más amplio del término, tiene esta cuestión, fue subrayada por el consultor Javier Lozano cuando dijo: "Hablar de la Sociedad de la Información es mucho más que tecnología. Lo relevante son los contenidos y el acceso a los mismos. El analfabetismo digital o analfabetismo moderno es el no contar con acceso a la información y al conocimiento".

El licenciado Carlos Casasús, de la Corporación Universitaria para el uso de Internet, insistió en que el Estado debiera también garantizar la existencia, gratuita, de contenidos y sistemas de educación en línea. La descripción de Santiago Reyes Borda del Ministerio de Industria de Canadá, acerca de la Internet en ese país, resaltó la necesidad de esa convergencia: en Canadá el desarrollo de la Red ha implicado el compromiso de provincias, universidades y empresas junto con el gobierno federal.

Una vertiente más de la desigualdad digital es la preponderancia de contenidos no necesariamente vinculados con los intereses, problemas o circunstancias de cada colectividad. El licenciado Reyes Borda explicó la importancia que, en la exitosa experiencia canadiense, ha tenido el diseño de contenidos comunitarios.

 

3.1 Educación

Muchos participantes enfatizaron los vínculos entre educación y aprovechamiento de las opciones que ofrece la Sociedad de la Información. El profesor Flores Olea urgió a una descentralización del saber. La senadora Sauri apuntó que en la sociedad de la información la educación se ha convertido en un ambiente en donde el conocimiento se aprende y aprehende en un entorno informatizado y rebosante de información. El doctor Mier y Terán había dicho que "La educación se ha convertido en una estrategia fundamental para conseguir que los habitantes del planeta participen activamente en la comunicación y, por tanto, en la construcción y difusión de sus propios mundos".

Alfonzo, desde la perspectiva de la Unesco, llamó a emprender "una educación sobre los medios para el público". En el caso de la Internet, recuerda Ligia Tavera, "una vez creados los contenidos es importante entender cómo se accede a ellos".

El doctor Alejandro Pisanty, director de Cómputo Académico de la UNAM, insistió en que una educación que prepara para el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Hemos enfatizado mucho más la educación para la Sociedad de la Información que la educación en la Sociedad de la Información, explicó. Y sugirió, entonces, inducir el aprendizaje sobre cómo afrontar un nuevo ambiente económico, cultural y social, dominado por la tecnología y la información.

Sobre este asunto Sally Burch sugirió incorporar en las escuelas la alfabetización mediática y el aprendizaje para manejar información. El licenciado Casasús había señalado que "la educación básica debiera garantizar como mínimo, dotar de habilidades informáticas a los egresados de tal manera que puedan seguir capacitándose por su cuenta a través de su vida". Propuso que, en este sexenio, México logre que todos los egresados de las secundarias públicas salgan a la siguiente etapa de su vida con un mínimo de conocimientos informáticos. También sugirió que a cambio de las continuas demandas de incrementos en los presupuestos del ramo educativo, el gobierno federal se comprometa a conectar y a informatizar a todas las escuelas secundarias del país antes del fin del presente sexenio. Y en una tercera iniciativa, Casasús urgió a que se establezcan programas de educación en línea que capaciten, con niveles de excelencia, para obtener certificados de estudios de secundaria y preparatoria.

Sugerencias de ese corte están respaldadas por metas internacionales como las que aludió Alfonzo: "el conocimiento del lenguaje de las computadoras es una habilidad básica para el desempeño en las sociedades de conocimiento y las TICs brindan los medios para una mejor administración y uso de los recursos educativos".

El profesor Scott Robinson se refirió a la existencia de una nueva pedagogía entre los estudiantes que, cuando hacen sus deberes escolares, acuden a la computadora y a la Red solamente para cortar contenidos, pegarlos e imprimirlos a veces sin siquiera haberlos leído.

Pisanty, en su turno, consideró preocupante la cultura de la sociedad mexicana acerca del manejo de la información. Dijo que en la Internet hay una cultura de "búsquedas concretas". Sin embargo, aseguró, el mexicano está más acostumbrado "a una lógica difusa que a una exploración puntual".

Por otra parte, en un comunicado que presentó a la Conferencia, la presidenta del Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de las Instituciones de Educación Superior, Ana Lilian Moya Grijalva, propuso que la información contenida en los acervos resguardados en bibliotecas de las instituciones académicas sea asequible a todos quienes la requieran y que el Estado apoye el desarrollo de contenidos así como el aumento de la información para que sea organizada y puesta a disposición de los interesados. También sugirió que las bibliotecas de las instituciones de educación superior continúen la formación de usuarios de la información que adquieran habilidades que les resulten útiles en cualquier necesidad académica.

 

3.2 Economía, tecnología y comercio

El licenciado Carlos Casasús advirtió que una economía basada en el conocimiento requiere, entre otros factores, de una población educada en tecnologías informáticas, una infraestructura eficiente de tecnologías en ese campo y un marco normativo y económico que permita e incentive la adopción del conocimiento.

Cuando uno de esos requisitos se cumple con más debilidad que otros, nos encontramos ante desarrollos de la informática que no satisfacen los requerimientos de una colectividad o un país. Hoy en día, según recordó Sally Burch, a la par de la globalización y el desarrollo de las tecnologías de la comunicación ha emergido una industria trasnacional que se ha convertido en sector económico de punta, estrechamente identificada con las grandes corporaciones que dominan la economía mundial.

Esas corporaciones y el desarrollo mismo de la Red suscitaron el notorio crecimiento de millares de empresas que esperaban prosperar cobijadas en el frenesí por la llamada economía punto-com. El fracaso de la gran mayoría de ellas no fue sorprendente, como explicó el doctor Alejandro Piscitelli: la Internet es, para los negocios, un vehículo; no es negocio en sí misma.

Enzo Molino describió causas y actitudes involucradas en el rezago mexicano ("malinchismo tecnológico", le dijo) en ese terreno. Fuga de divisas por compra de licencias de software, ausencia de suficientes incentivos estatales para la investigación tecnológica, preferencia gubernamental por empresas de grandes dimensiones, normatividad favorable a las compañías trasnacionales y también frecuentes recelos de las firmas tecnológicas que no arriesgan en el desarrollo de nuevas tecnologías, forman parte de un panorama que sigue ofreciendo un magro desarrollo tecnológico. Tal preocupación fue compartida por el Dr. Piedras quien dijo que en la escala de desarrollo tecnológico que establece el Foro Económico Mundial, entre 2002 y 2003 México pasó del sitio 44, al 47 entre varias docenas de países.

Esos atrasos implican menor competitividad de México ante otras economías, como señaló el doctor Zermeño que coincidió con otros panelistas en la necesidad de intensificar la inversión para el desarrollo tecnológico. Además sería preciso lograr que las tecnologías de la información se expandieran de acuerdo con los objetivos de las organizaciones y que existan normas y parámetros técnicos que faciliten su adopción por parte de empresas y usuarios.

El espacio que la Sociedad de la Información constituye para viejos y nuevos negocios propicia que decisiones como las que se van a tomar en Ginebra estén suscitando el mayor interés en el mundo empresarial. El doctor Pisanty recordó el afán de importantes corporaciones internacionales para que esa Cumbre enfatice el acceso a los mercados por encima de otras consideraciones.

Como área dinámica de las economías nacionales, el sector de la informática ofrece experiencias variadas. El doctor Hoffmann mencionó el caso de Costa Rica que ha logrado atraer inversiones de alta tecnología como motor para el desarrollo de la economía en ese país.

Desde otra perspectiva, Sally Burch advirtió: "La amenaza principal a la libertad de expresión y al espacio público no proviene hoy de Estados absolutistas, cuanto que de la comercialización a ultranza de la comunicación".

Jaime Chico Pardo, director de Telmex, describió un ejemplo de la economía sustentada en las telecomunicaciones. Con el propósito de intensificar el uso de Internet esa empresa telefónica se ha convertido en vendedora del 35% de las computadoras que funcionan en nuestro país. Además destacó el compromiso de esa firma para no incrementar las tarifas y mantenerlas a precios más bajos que en países como Estados Unidos. Al respecto el doctor Piscitelli comentó, en otra sesión, que si en la explotación comercial de las telecomunicaciones no hay rentabilidad entonces no habrá interés en invertir. Y si no hay inversión no habrá innovación en ese campo. El mismo profesor de la Universidad de Buenos Aires apuntó que la economía digital significa, además, consumidores más exigentes e informados.

 

3.3. Software / código abierto

El profesor Robinson cuestionó a los programas gubernamentales que en vez de promover la innovación tecnológica, como la que constituyen los programas de código abierto, protegen a los mercados y proveedores ya existentes. La periodista Burch propuso alentar el desarrollo de software nacional y promoción del software libre. El maestro Jorge Lizama, del Posgrado en Ciencias Sociales de la UNAM, habló de la pertinencia de crear soportes de información, o software, que sean libres, regidos por formatos estándar y abiertos. Enzo Molino también habló de las posibilidades del software libre.

 

3.4 Gobierno digital

El licenciado Casasús urgió a que, por mandato del Congreso, todas las entidades públicas establezcan mecanismos para resolver en línea "todas las interacciones que lleven a cabo con la ciudadanía". Ese programa tendría que estar listo en el transcurso de la actual administración federal.

La Sociedad de la Información, sugirió el senador Demetrio Sodi de la Tijera, nos ofrece también la dimensión de la situación real del país y establece un contexto ineludible para las aspiraciones de nuestros gobernantes. "¿Cómo va a estar México entre los grandes países del mundo –manifestó ese legislador– cuando tenemos tales rezagos tecnológicos y educativos". Sodi sostuvo que en México los acuerdos políticos se dificultan porque cada sector cuenta con su propia información acerca de los temas públicos, o porque el gobierno federal no ofrece toda la información de la que dispone. Así que, agregaríamos, un aspecto por resolver en nuestro camino a la Sociedad de la Información radica en extender y homogeneizar los datos acerca de la situación social y económica de México.

 

3.5 Entender la apropiación de la Red

Cómo ampliar la cobertura de la red de redes y educar para su aprovechamiento, así como su desarrollo ligado a la economía, serían rasgos insuficientes si no entendemos de qué manera se utiliza a la Internet en nuestras sociedades. El profesor Robinson describió la preferencia del entretenimiento (habitus light le llama él) en el empleo de los cibercafés, un tema que sin duda es preciso seguir investigando.

También se reconoció la necesidad de conocer la cobertura real de la red de redes en México. Varios ponentes se refirieron al aproximadamente 5% de presencia sobre la población que, según diversos estudios, tiene la Internet en nuestro país. Pero también se conocieron opiniones como la de la Mtra. Warkentin que considera que, sumado el acceso en cibercafés y centros comunitarios, esa participación llega al 10%.

 

4. Abusos. Libertades. Privacidad

 

Tan diversa como el mundo y la sociedad mismos, la red de redes contiene lo mismo recursos para la educación, la economía y el gobierno, que excesos, abusos y transgresiones de toda índole. Sin embargo los delitos no debieran ser pretexto para abolir las libertades que constituyen uno de los signos originarios y, aunque con limitaciones, aun promisorios en la Internet. En las discusiones que la Conferencia dedicó al tema de las libertades, la censura y los marcos jurídicos, prevaleció la opinión de que es necesario reconocer el carácter abierto de la Red al mismo tiempo que procurar el respeto a todas las expresiones sin más límites que los derechos de terceros.

El profesor Alejandro Piscitelli le dio contexto a esos temas al precisar: "El ciberespacio no es un mundo en el que la libertad de expresión esté asegurada. El ciberespacio tiene el potencial de ser el espacio que más plena e intensamente regulado que hayamos conocido jamás".

Jorge Lizama recalcó que es preciso pensar no solo en quienes no están conectados sino en aquellos que ya lo están y cuyos derechos no siempre son respetados en Internet. Allí, dijo, se mantienen formas de censura jurídica, económica y tecnológica. Antulio Sánchez, especialista en temas de sociedad y entorno digital, recordó la tensión permanente que, desde los inicios de la Red, existe entre quienes defienden las libertades en ese espacio y aquellos que buscan sujetarlas. Entre otras líneas de preocupación permanente Sánchez destacó la necesidad de garantizar la privacidad de los usuarios de Internet.

El abogado Kiyoshi Tsuru, consultor en asuntos de propiedad intelectual y profesor en el ITAM, explicó que debido al rápido desarrollo en ese campo la tecnología ha evolucionado por delante de las leyes. Resulta preciso lograr una y otras vayan de la mano. Sobre ese tema la multicitada Sally Burch había insistido en un tema cardinal para la agenda social y política de las redes: protección a la privacidad y la intimidad de las personas.

Lizama sostuvo que las transgresiones a tales derechos suelen afectar a los individuos pero no a las grandes corporaciones que no solo tienen el control de la mayor parte de los espacios en la Red sino que además llegan a traficar con datos e información personal de los cibernautas y otros ciudadanos. Por lo general, cuando hay entremetimiento en contenidos o asuntos privados es en perjuicio de la sociedad y las personas pero no de los gobiernos y las corporaciones empresariales.

En distintos momentos de la Conferencia participantes como Burch, Sánchez y Tsuru coincidieron en incluir entre los temas centrales la protección nacional de datos personales y la creación de convenios internacionales en la misma materia. Burch, además, dijo que uno de los recursos para propiciar el respeto mutuo de los usuarios de la Red es la creación de códigos de ética.

En el plano del marco jurídico y como una experiencia que podría ser interesante para otras regiones del mundo, Alejandro Alfonzo recordó los avances europeos hacia una normatividad común. Este verano entrará en vigor, en los quince estados de la Unión Europea, la nueva legislación que "pondrá en un plano de igualdad todas las redes electrónicas de comunicación, incluyendo las que se utilizan para transmitir contenidos televisivos, como las redes de la TV por cable y por satélite, las de difusión terrestre, instalaciones asociadas y servicios electrónicos de comunicación".

Al referirse a la legislación acerca de estos asuntos Burch se manifestó por una concepción amplia de los derechos de propiedad intelectual, entendidos no solo como los derechos privados de empresas y autores sino, además, los de la ciudadanía. Propuso autorizar usos justos de las copias privadas (por ejemplo para estudiantes) y estimular la creación y el derecho a la información respecto de productos culturales que han pasado a ser del dominio público. La misma conferencista urgió a no restringir el uso de hiperligas y otros recursos que permiten vincular a distintas páginas web.

 

5. Los medios convencionales

 

A diferencia de las posiciones sostenidas hasta ahora por la mayoría de los gobiernos, la situación de los medios de comunicación convencionales (fundamentalmente radio, televisión y prensa) ha sido motivo de distintas iniciativas por parte de numerosos organismos de la sociedad civil que han participado en el proceso de revisión de proyectos de Plan de Acción y Declaración de Principios para la Cumbre de diciembre en Ginebra.

En esta Conferencia se propuso revisar y rescatar tales preocupaciones, particularmente aquellas que reivindican a los medios de comunicación de carácter público y las que sugieren que en todos los países haya, antes de 2010, legislaciones que eviten una excesiva concentración en la propiedad de los medios de comunicación.

La directora de ALAI, Sally Burch, consideró que se requieren mecanismos para que la ciudadanía preserve el espacio público. Exhortó a crear observatorios, veedurías, defensorías del pueblo, códigos de ética y otros recursos que sirvan como enlace entre quienes hacen y aquellos que reciben la comunicación en nuestros países. Emparentada con esa preocupación, a la que reconoce dimensiones globales, se encuentra la creación de un Observatorio Mundial de la Información al que hizo referencia el profesor Mattelart y el cual, como resultado del reciente Foro Social Mundial en Porto Alegre, se propone tener representaciones en cada país.

En esa misma línea los organismos y ciudadanos que entregaron un documento al final de la Conferencia subrayaron que, en la preparación de Cumbre de Ginebra, si bien se les menciona "en la práctica la discusión fundamental se centra sobre Internet y no se otorga real atención a los medios masivos tradicionales".

 

6. El fracaso de e-México

Como es natural, la discusión acerca de las tendencias globales de la Sociedad de la Información recaló a menudo en la situación mexicana. Varios de los participantes destinaron profundos cuestionamientos a la que varios de ellos consideraron superficialidad o vaguedad del proyecto de desarrollo informático del actual gobierno, denominado e-México. La ausencia de los dos funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones vinculados con ese proyecto y que habían confirmado su participación como ponentes en una de las sesiones de la Conferencia, afianzó las suspicacias acerca de ese proyecto.

Desde la inauguración, el primer día de la Conferencia, se escucharon opiniones críticas sobre esa política informática. El representante de la Universidad Iberoamericana, el maestro Luis Núñez Gornés, dijo que esa institución "insiste en que programas como e-México no son la única solución a las desigualdades que trae consigo la Sociedad de la Información: tenemos que apostarle a esfuerzos articulados que involucren a todos los sectores de la sociedad; la imposición de infraestructura y de nuevas formas de hacer las cosas no son, en sí mismas, soluciones integrales".

Entre los ponentes, hubo quienes consideraron adecuado emprender medidas para reformar o, como dijo el Dr. Robinson, "reconfigurar" el programa e-México. El mismo especialista advirtió: "e-México llegó tarde y el país ya se llenó de cibercafés". La maestra Warkentin consideró que "hasta donde se le conoce, el proyecto e-México no es suficiente" y sugirió convocar a grupos de trabajo sobre temas específicos como acceso, brecha digital, competencias tecnológicas y comercio, entre otros.

Una opinión más drástica fue la de este relator que consideró que el proyecto e-México, tal y como ha sido concebido y desarrollado, no tiene remedio. En tal virtud se sostuvo que, a estas alturas, el único camino para que tengamos una política informática nacional sustentada por el Estado y la sociedad, es la construcción de un nuevo proyecto. Para sustituir a e-México, cuyo fracaso se advierte desde la ausencia de metas claras y se ratifica en la ubicación de ese proyecto en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y no en la SEP o en el Conacyt, se propuso "crear un comité de especialistas que diseñe, en pocos meses, el programa y una ruta para el desarrollo nacional de la Internet en México". Ese comité podría funcionar a semejanza del que hace tres años elaboró en Brasil el Programa Sociedad de la Información.

El carácter pluri-institucional que tendría que asumir el diseño de una política informática había sido subrayado por Javier Lozano Alarcón: "El abatimiento de la brecha digital debe ser un esfuerzo común y, por ello, merece el carácter de una auténtica Política Pública de Estado y no sólo de gobierno". Ese consultor llevó más lejos la preocupación acerca de las salvaguardias para que los ciudadanos tengan acceso a los nuevos bienes informáticos cuando presentó la siguiente iniciativa: "Elevar a rango constitucional la garantía de todo mexicano por acceder a la sociedad de la información como un medio para su desarrollo integral y para su plena integración al mundo global. Esto tendría como consecuencia que ninguna política pública de gobierno (sexenal) o ninguna determinación legislativa fuera en contra de los principios que creásemos para efectos de esta nueva garantía individual".

 

7. Hacia la Cumbre Mundial en Ginebra

 

La Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información reviste una novedad que el doctor Mattelart se encargó de subrayar. Allí, además de los gobiernos, participarán los representantes de numerosas organizaciones sociales interesadas en estos asuntos. La sola presencia de esos nuevos actores en el debate sobre la Sociedad de la Información ratifica el protagonismo que han adquirido en el escenario global. Pero además la existencia, para esa Cumbre, de protocolos que encauzan la participación de la sociedad civil, es indicativa de la ciudadanización que ha definido a la red de redes desde su concepción inicial y a lo largo de su desarrollo en los años recientes.

Mattelart mencionó el papel de los movimientos en contra de la globalización que, con un discurso que paulatinamente se ha alejado de su inicial maximalismo, han incorporado la controversia sobre la información en el debate de las desigualdades sociales y económicas. Esos movimientos, en los que hay tendencias sumamente heterogéneas, han tenido presencia global debido, precisamente, al uso que han sabido hacer de la Internet.

Acerca de la tensión entre movimientos sociales e intereses privados que se manifiesta en distintos escenarios globales y a la cual no será ajena la Cumbre de la Sociedad de la Información, el doctor Alejandro Pisanty mencionó el complejo movimiento de organizaciones internacionales que buscan el control y la batuta de los resultados, declaraciones y compromisos que podrían surgir en Ginebra. No todas esas agrupaciones tienen un proyecto contestatario respecto de las empresas que suelen acaparar el desarrollo de la informática. Pisanty recordó que algunas organizaciones sociales buscan que los resultados de la Cumbre en Ginebra sean difusos y se enfatice la competencia en los mercados antes que la participación de los ciudadanos. No basta, dijo, que la sociedad civil tenga propuestas y proyectos. Hace falta reforzarlos y traducirlos en iniciativas viables.

Con una perspectiva diferente el especialista Javier Lozano consideró: "Competencia y liberalización deben ir de la mano con el reto de la conectividad. No son excluyentes sino complementarias". Pero aclaró: "La competencia tiene límites y no resuelve el verdadero reto social de la conectividad en un país pobre y disperso como México". Más tarde ampliaría esa idea al decir que a la competencia "hay que consolidarla, aplicar la ley vigente con todo rigor, dar certeza jurídica a la inversión y generar más infraestructura para el país buscando que las tarifas y los modelos que se sigan empaten con el poder adquisitivo de la población".

 

7.1 México en la Cumbre Mundial

Durante los tres días de sesiones fue insistente la preocupación para que el gobierno mexicano se considere obligado a tomar en cuenta las discusiones, propuestas y conclusiones de la Conferencia.

En coincidencia con esa inquietud el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Diego Fernández de Cevallos señaló, acerca de los trabajos de la Conferencia: "Tenemos el objetivo de que las conclusiones sean atendidas por el presidente de la República" para conformar la posición del Estado mexicano ante la Cumbre en Ginebra.

El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, había subrayado en la inauguración: "Nuestro país estima que los gobiernos deben actuar en esta materia como agentes promotores del cambio, instrumentando políticas públicas que posibiliten la interacción social, nuevas prácticas económicas y comerciales, así como para extender con equidad, servicios de vanguardia a la población, con transparencia y discriminación".

Acerca de la participación social en el encuentro internacional de diciembre el representante de la red mexicana La Neta, Adolfo Dunayevich, manifestó: "Es necesario reforzar presencia (de la sociedad) civil mexicana en el proceso de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información e involucrar más actores sociales, como serían comunidades indígenas, sindicatos, organizaciones de campesinos, de jóvenes, mujeres (y) asociaciones académicas".

Ese promotor del acceso social a la Red consideró que es "notoria la necesidad de mayores canales de comunicación entre el gobierno mexicano y las organizaciones civiles de este país".

La concurrencia de representantes de la sociedad interesada en estos asuntos, especialistas de los campos privado y académico, legisladores de los principales partidos mexicanos y funcionarios del gobierno permite considerar que esta Conferencia, aunque sin duda se trata de una experiencia inicial, ha permitido avanzar en el establecimiento de esos vínculos –que de poco servirían si no se traducen en compromisos–.

Acerca de la convergencia necesaria entre los sectores interesados en la sociedad de la información el doctor Alejandro Piscitelli recordó que en estas discusiones suelen existir posiciones polarizadas. Ante ellas y a partir de ellas, es preciso "generar una interfaz de discusión y diálogo", insistió.

En el terreno de las propuestas para organizar la discusión ulterior el doctor Alejandro Pisanty sugirió la creación de un comité de los grupos del gobierno mexicano que participan en la preparación de la Cumbre Mundial para revisar documentos y formular opciones.

En la última sesión de la Conferencia fue muy significativa la participación del doctor Salvador de Lara Rangel, director general de Negociaciones Económicas Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Esa Dirección tiene la responsabilidad de coordinar la participación de México –que involucra a más de 10 dependencias del gobierno de este país– en las reuniones preparatorias y en la Cumbre Mundial de Ginebra. Ese hecho, explicó De Lara, indica que a esa participación se le reconoce una dimensión social y política y no solamente de carácter técnico.

De Lara informó que la delegación mexicana ha intervenido de manera activa en todas las reuniones previas y que México, junto con Brasil y República Dominicana, forma parte de la mesa del comité preparatorio. Con esos países la representación mexicana tiene la responsabilidad de llevar la posición de América Latina y El Caribe, señaló. El representante de la SRE precisó otro compromiso al señalar su interés para "recibir a la mayor brevedad los resultados y conclusiones que emanen de esta Conferencia para poder incorporarlos a las posiciones de México como un aporte del Senado de la República y de los participantes en este encuentro".

 

7.2 Escenarios y expectativas para la Cumbre

Discutir a la Sociedad de la Información implica ocuparse del futuro del mundo. Desatender ese debate equivale a cerrar los ojos ante un desarrollo que ya comenzó. Pretender que con él se resuelven los problemas ingentes del planeta –y así, de países como el nuestro– implica desestimar los rezagos sociales, las inequidades e ineficiencias económicas así como las rémoras culturales y políticas que se congregan para crear las variadas brechas que padece el planeta. Entre tales brechas, la de índole digital puede convertirse en una de las más costosas y significativas.

Discutir a la Sociedad de la Información supone pensar al presente en una perspectiva más allá de fatalidades, resignaciones o indiferencias. Se trata de un tema que, como subrayó el doctor Mattelart, ofrece la oportunidad de abrir debates más amplios. No en balde, al cobijo de esa gran cuestión han resurgido las reivindicaciones del derecho a la comunicación que proliferaban hace tres décadas como subrayó ese mismo investigador.

Paradójicamente el de la Sociedad de la Información no siempre es un tema capaz de conmover a las elites políticas o a quienes aspiran a formar parte de ellas. El profesor Robinson recordó la frecuente indolencia de los partidos políticos que, al menos en México, no suelen tener interés en estos temas. Se trata de asuntos que hasta ahora no suelen formar parte de sus plataformas de campaña.

 

***

El primer día de sesiones el representante de la Unesco, Alejandro Alfonzo, destacó la contribución de dos personas sin cuyo compromiso

la Conferencia no se hubiera realizado. Se trata de la profesora Beatriz Solís –coordinadora general de este evento y que, con razón, fue considerada "alma y fuerza de estas jornadas"– y del senador Javier Corral, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado y "a cuyo liderazgo y perseverancia se debe la continuidad de estos coloquios".

***

 

Hablar de información es hacerlo de poder, de instrucción, de negocios, de desarrollo humano. Hablar de brechas informacionales implica referirse a escisiones y pobrezas que no solo dividen a unos países de otros y a las sociedades en cada nación sino que, además, constituyen una nueva fuente de marginación. El tema de fondo en este debate, como señaló el profesor Víctor Flores Olea, es el de la democratización de nuestras sociedades.

Fuente de utopías y escenario de la imaginación y la expresión, así como del negocio, la socialización y la interacción de la gente, para que la Sociedad de la Información sea también Sociedad del Conocimiento se requiere mucho más que la voluntad de quienes están interesados en ella. Hacen falta políticas públicas, concertaciones nacionales e internacionales, colaboración de sociedad y Estado. Es preciso, junto con todo ello, que los ciudadanos se manifiesten, propongan, reclamen, sueñen, acerca de y en los espacios de la Sociedad de la Información. Concebida para facilitar la participación capaz de suscitar aportaciones a la posición de México en las Cumbres de Ginebra y Túnez esta Conferencia habrá sido provechosa si, además, logra promover el interés de la sociedad mexicana acerca de estos temas.

 

Esta relatoría, en su versión inicial, fue presentada en la clausura de la Conferencia la noche del 30 de mayo de 2003.

--0--