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Desafíos y divergencias de la sociedad de la información en América Latina --con referencia a la situación de México-- Ponencia para el seminario Sociedad
de la Información en el Mercosur y América Latina. Buenos Aires,
septiembre de 1999. Raúl Trejo Delarbre [1] En una de sus más lúcidas
quimeras, Jorge Luis Borges imaginó "el lugar donde están, sin
confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos".
Ese, es El Aleph. Decía Borges que "si todos los lugares de la Tierra están
en el Aleph, ahí estarán todas las luminarias, todas las lámparas, todos los
veneros de luz".
Ese sitio panóptico y privilegiado, lo imaginó Borges hace exactamente
cincuenta años. Hoy en día, la Internet se está convirtiendo en la versión
finisecular y paradójica del Aleph anticipado por aquel memorable escritor
bonaerense. La red de redes hace de nuestra computadora personal un banco de
datos de capacidad virtualmente ilimitada. No todo lo que la humanidad sabe y
concibe se encuentra en esa contemporánea alfombra mágica, pero en ella
tenemos a nuestra disposición más información de la que jamás estuvo al
alcance de nadie.
Quizá en la Internet no están todas las luminarias, pero sí una
cantidad de datos capaz de enceguecernos y aturdirnos si no sabemos cómo
desbrozar entre ellos la información útil, de la prescindible. A la red de
redes se le puede comparar, por su extensión, con un insondable océano; por su
diversidad, con un caleidoscopio; por su contenido y capacidad, con una enorme
biblioteca, la más grande del mundo. Quizá no sea casual que Borges, además
del enorme escritor que fue, haya tenido el oficio de bibliotecario. Aprender a navegar en el mar de
información electrónica En la Internet hay toneladas de información. De eso, no cabe la menor duda. De la misma forma que en muchos otros ámbitos de la vida contemporánea, en la red de redes estamos expuestos a una apabullante exuberancia de datos, imágenes, dichos, pareceres y especulaciones. A diferencia de todas las anteriores generaciones en la historia de la humanidad, a la nuestra le ocurre que en lugar de estar ayuna de información, se encuentra empachada de ella. Como en El Aleph borgiano, los medios de comunicación y muy especialmente la Internet, nos dejan asomarnos no sólo a las fuentes de luz cognoscitiva, sino a pantanosas zonas de oscuridad y confusión. Como colección de espejos que es de la realidad contemporánea, la red de redes es un catálogo de fulgores y sombras: lo mismo hay allí el acceso a bancos de datos confiables y respetables, que a muestras de todas o casi todas las perversiones y arbitrariedades. En la Internet podemos encontrar algunas de las más autorizadas discusiones acerca de los clásicos griegos, o acerca de los avances genéticos y podemos enterarnos al instante de lo que sucede en los espacios de deliberación pública más diversos, de la misma forma que es posible encontrar intolerancia, pornografía y engaños. Igual que Borges azorado en El Aleph, en la Internet podemos maravillarnos de la sabiduría de nuestros semejantes, así como sobrecogernos y condolernos ante las miserias de la condición humana. Todo
el mundo, pero no todas las personas, conectados
a la creciente world wide web En la WWW, según datos disponibles, en agosto de 1999 había casi siete millones 100 mil sitios [2]. No sólo esa cantidad es notable. Además, según datos recopilados por el especialista Robert H. Zakkon, de la Internet Society, tan solo un año antes el número de sitios web era de 2 millones 800 mil. Es decir, en solo 12 meses la cantidad de sitios creció en un 252%. El desarrollo de la World Wide Crecimiento
de la WWW Sitios web
1993-1999
Crecimiento
de la WWW Date
Sites |
Date
Sites |
Date Sites
-----
---------- +
----- ----------
+ -----
---------- 06/93
130 |
04/97
1,002,512 |
10/98 3,358,969 09/93
204 |
05/97
1,044,163 |
11/98 3,518,158 10/93
228 |
06/97
1,117,255 |
12/98 3,689,227 12/93
623 |
07/97
1,203,096 |
01/99 4,062,280 06/94
2,738 |
08/97
1,269,800 |
02/99 4,301,512 12/94
10,022 |
09/97
1,364,714 |
03/99 4,389,131 06/95
23,500 |
10/97
1,466,906 |
04/99 5,040,663 01/96
100,000 |
11/97
1,553,998 |
05/99 5,414,325 06/96
252,000 |
12/97
1,681,868 |
06/99 6,177,453 07/96
299,403 |
01/98
1,834,710 |
07/99 6,598,697 08/96
342,081 |
02/98
1,920,933 |
08/99 7,078,194 09/96
397,281 |
03/98
2,084,473 | 10/96
462,047 |
04/98
2,215,195 | 11/96
525,906 |
05/98
2,308,502 | 12/96
603,367 |
06/98
2,410,067 | 01/97
646,162 |
07/98
2,594,622 | 02/97
739,688 |
08/98
2,807,588 | 03/97
883,149 |
09/98
3,156,324 |
Sites = # of web servers (one host may have multiple sites by
using different domains or port numbers) Fuente:
Robert Hobbes Zakkon, Hobbes' Internet Timeline v4.2: http://info.isoc.org/guest/zakon/Internet/History/HIT.html#Growth Web, medido a partir de la cantidad de sitios, se detalla en la siguiente gráfica y los datos en los que se sustenta, están en el cuadro adjunto. Todo el mundo está, hoy en día, conectado a la Internet. En 1990, había 22 naciones con acceso a la red de redes. Hoy en día, son 217 los países con alguna forma de conexión [3]. Ningún medio de comunicación se ha extendido con la rapidez y la cobertura internacional que ha tenido la red de redes. Para alcanzar sus primeros 50 millones de usuarios, la radio necesitó 38 años; la computadora personal, 16; la televisión, demoró 13 años antes de tener esa audiencia. La world wide web, tan solo en 4 años alcanzó los 50 millones de usuarios [4]. Sin embargo, el hecho de que en todo el mundo haya acceso a la Internet, no significa que todas las personas se beneficien de este recurso de información. La red de redes, en muchos sentidos, es un espejo de la humanidad. También lo es, al reproducir la desigualdad que escinde a las sociedades en todo el planeta. Es difícil estimar el número de usuarios de la red, porque la Internet crece de manera constante. Pero además, no todas las evaluaciones sobre la población de la Internet tienen seriedad: con frecuencia, se propagan datos sin sustento documental que más que registrar hechos de la red, pretenden describir una expansión mayor a la que realmente tiene la Internet.
En la primavera de 1999, las estimaciones serias sobre la cantidad de cibernautas
en el mundo sugerían la presencia de entre 90 y 165 millones de usuarios de la
red. Uno de los estudios con un cálculo a la alza, a cargo de la empresa NUA
Internet Surveys, consideraba que en abril de 1999, ya teníamos 165
millones de usuarios de la red, distribuidos tal y como se aprecia en la tabla
adjunta. En agosto de 1999, los datos de esa empresa indicaban que la cantidad
de internautas en el mundo era ya de 195 millones, pero la cifra correspondiente
a América Latina permanecía idéntica, en 5.29 millones de personas [5]. USUARIOS
DE LA INTERNET Abril
1999
Fuente:
NUA Internet Surveys. http://www.nua.ie/surveys/how_many_online/index.html A partir de estimaciones distintas de las anteriores, hay quienes calculan que para comienzos del 2000, los estadounidenses dejarán de ser mayoría en la red de redes. Según esos datos, al finalizar 1998, había 47 millones de cibernautas de ese país y 29 de otras nacionalidades. Al terminar 1999, serán aproximadamente 54 millones de estadounidenses y otros tantos del resto del mundo. Para fines del 2000, los estadounidenses serían 62 millones, frente a 67 millones de personas en otros países [7]. También, siempre tomando en cuenta los dilatados márgenes de error que puede haber en estos datos, se ha estimado que la cantidad de usuarios actuales de la Internet se duplicará a mediados del año 2001 y se triplicará para el 2003, según se muestra en el cuadro adjunto.
Internautas
en América Latina: contradictorias
estimaciones
En números absolutos, la cantidad de usuarios latinoamericanos de la
Internet es muy baja. En términos relativos, esta es una de las zonas en donde
los accesos a la red ha crecido más. Según la firma Merril Lynch, para 1999
hay 7.5 millones de usuarios de la Internet en América Latina. Dos años antes,
había 3.8 millones y en 1998, 4.8. Es decir, entre 1997 y 1999 el crecimiento
habría sido del 100%. Esa empresa, quizá con demasiado optimismo, estima que
en el año 2000 serán 10 millones; en el 2001 12.3; en el 2002 16 millones,
hasta llegar a 19 millones de cibernautas latinoamericanos en el 2003 [8].
Otras cifras, son más exageradas. La firma Saatchi & Saatchi ha
asegurado que los siete millones de usuarios latinoamericanos se habían
alcanzado a fines de 1998 y que para el 2000 serían 34 millones [9].
Parecen más cercanos a la realidad datos como los que reproducimos en
las páginas anteriores y que sugieren una población de alrededor de 5 millones
de cibernautas latinoamericanos en el transcurso de 1999.
La cantidad de usuarios de la red es difícil de medir, porque no existen
estadísticas nacionales suficientemente completas a la vez que confiables. Otro
indicador, de mayor confiabilidad, es la cantidad de hosts,
o computadoras desde las cuales se coloca información en la Internet. La tabla
siguiente, muestra la evolución en la cantidad de hosts
que alojan los dominios (o domicilios electrónicos) registrados en los países
latinoamericanos con mayor presencia en la Internet [10].
El desarrollo de los cuatro dominios más concurridos --Brasil, México,
Argentina y Chile-- se aprecia en la gráfica adjunta.
En julio de 1999, el reporte de las Naciones Unidas sobre Desarrollo
Humano, incluyó al acceso a la Internet entre los indicadores de bienestar en
la sociedad contemporánea. Allí aparecen los datos de la tabla siguiente. Se
trata de la cantidad de hosts por cada mil habitantes. En la segunda columna, se muestra el
sitio que ocupa cada país de acuerdo con los criterios del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo.
Internet en América Latina Hosts por cada mil habitantes
Hosts
Indice de desarrollo (*) Argentina
1.75
39 Brasil
1.04
79 Colombia
0.52
57 Costa
Rica
0.85
45 Cuba
0.01
58 Chile
2.07
34 Ecuador
1.05
72 México
0.92
50 Panamá
0.86
49 Paraguay
0.15
84 Perú
0.15
80 Uruguay
5.02
40 Venezuela
0.63
48 Otras
naciones Alemania
14.9
14 Canadá
53.5
1 España
6.26
21 Estados
Unidos
88.9
3 Francia
7.87
11 Finlandia
108 13
(*) Sitio en el Indice de Desarrollo Humano establecido por el Programa
de Desarrollo de las Naciones Unidas. Fuente: United Nations Development Programme, Human Development Report, 1999,
july 1999. Paréntesis.
Breve descripción del estado
la Internet en México La Internet en México
ha tenido un crecimiento acelerado, aunque todavía aislado respecto de la mayor
parte de la sociedad. Los inicios de la red de redes se ubican en 1989, cuando
se iniciaron las primeras conexiones entre instituciones universitarias, aunque
desde algunos años antes la Universidad Nacional tenía acceso a bancos de
datos de universidades estadounidenses. Entre 1993 y 1994, se inicia el
desarrollo más intenso tanto del correo electrónico, como del acceso y
colocación de contenidos en la WWW.
En junio de 1994, había 45 dominios mexicanos en la red, 40 de ellos de
instituciones educativas. Dos años después, el número de dominios había
llegado a un millar: casi el 14% eran de carácter educativo, el 6.6% tenían la
terminación .net, el 4.5% habían sido solicitados por organizaciones y el 3%
por alguna dependencia del gobierno. Los dominios comerciales eran, entonces, el
72%. Esas tendencias, se afianzaron en los tres años siguientes.
Al 20 de septiembre de 1999, el Network Information Center (NIC) México,
tenía registrados 23 116 dominios con terminación mx.
Esos dominios, se distribuyen de la siguiente manera:
dominios
porcentaje edu.mx: 675
2.9% com.mx: 20 376
88% net.mx 561
2.4% org.mx: 1047
4.5% gob.mx: 457
2 %
Dominios con terminación mx., al mes de julio de 1999
De esos 23 116 dominios, casi el 9% fueron registrados en el transcurso
del último mes. En lo que va de 1999, el registro de dominios mx.
se ha incrementado en una tasa promedio del 8.3% y en el mes de agosto fue del
9.9%. En ese mes de agosto, se registraron 2014 nuevos dominios. De ellos, el
0.6% tienen terminación edu., el 93% son de carácter comercial, el 1.4%
solicitaron terminación net., el 3% son de organizaciones y el 1%, de
instituciones gubernamentales [11].
Actualmente, hay más de 400 empresas consideradas como Proveedores de
Servicios de Internet [12].
No todas ofrecen servicios de conexión a la red (algunas se limitan a diseñar
páginas web) pero esa es una de las
principales tareas que cumplen. Tan sólo a partir de esa cantidad, puede
apreciarse una significativa dispersión en la oferta de servicios para acceder
a la red de redes.
Sin embargo, de todas ellas, solamente tres empresas acaparan más del
95% de los usuarios de la Internet en México. La más grande, según sus
propios datos, es Prodigy-Internet, propiedad de Teléfonos de México. Esa
compañía, asegura tener en sus manos el 75% del mercado de usuarios, con un
total de 270 mil cuentas de acceso individual.
Recientemente, Prodigy México puso en marcha un ambicioso plan para
llevar la red hasta muchos usuarios que por falta de recursos o de conocimientos
técnicos, no se habían asomado a la Internet. A los clientes del servicio
regular de Teléfonos de México, se les ofreció la venta a plazos de una
computadora de buena calidad a cambio del compromiso para contratar la conexión
con Prodigy durante al menos un par de años. El pago inicial de ese paquete es
de algo menos de cien dólares y el abono mensual por la computadora y el
servicio de conexión, es de 50 dólares durante dos años que se descuentan del
recibo telefónico. Además, se ofrece la instalación de la computadora en el
domicilio del cliente y asesoría permanente.
Gracias a promociones como esa, Prodigy está vendiendo mil cuentas
diarias de acceso a la red y espera haber alcanzado 120 mil para el final de
1999. El segundo sitio en cuentas de acceso a Internet es de la empresa Infosel,
que asegura tener algo más de 50 mil usuarios y el tercero, de Compuserve México,
con 19 mil cuentas. Se estima que en total, a comienzos de septiembre había en
México unas 360 mil cuentas de acceso a la red de redes [13].
Las tres mencionadas empresas, ocupan el 94% de ese mercado. Las 21 mil
cuentas restantes, se distribuyen entre varios centenares de proveedores de
acceso. La tendencia inevitable, que ya comenzó, será la fusión de muchas de
esas pequeñas empresas y quizá también, la desaparición de la mayor parte de
ellas.
Es difícil establecer a cuántos usuarios dan servicio esas 360 mil
cuentas de acceso. Hay quienes estiman que hay entre 3 y 4 cibernautas por cada
cuenta, pero hay usuarios que tienen más de una cuenta, así que esa cantidad
se reduce. Además, no todas las cuentas se utilizan con regularidad. Quizá una
cifra aproximada y más realista, sea la de entre 600 y 700 mil internautas
mexicanos. Esa cifra, representa apenas el 0.7% de la población total del país.
Después de que varias instituciones de educación superior [14]
establecieron los primeros sitios y puntos de conexión a la red, el desarrollo
de la Internet en México, ha descansado en el interés de empresas comerciales,
tal y como se aprecia en los datos anteriores. El gobierno mexicano, ha carecido
de una política específica para propiciar el uso y la propagación de la
Internet. Hay planes gubernamentales, limitados por la escasez de recursos, para
llevar la red de redes a escuelas e instituciones de enseñanza básica pero más
bien aislados.
En México no existe una legislación para la Internet, ni para
promoverla ni para restringir sus contenidos. Solamente, a fines de 1996 la Ley
Federal del Derecho de Autor incorporó los programas de computación y bases de
datos a las obras cuya protección ampara, de manera equiparable a las obras
literarias. Ocio y negocio, información e instrucción
en la red de redes
Un estudio reciente, asegura que en febrero de 1999 había, ya, cerca de
800 millones de páginas en la world wide web de
la Internet [15].
Existen cálculos más conservadores [16].
Hay quienes consideran que quizá el 40% de esos 800 millones son documentos
duplicados [17]. 800 millones de páginas en más de 7 millones de sitios, son mucha información. Allí hay de todo. Steve Lawrence y C. Lee Giles, del NEC Research Institute en Nueva Jersey, estiman que el 83% de los servidores que colocan páginas en la Internet, difunden contenidos de carácter comercial. El resto, se distribuye según se indica en la siguiente gráfica. El contenido de carácter científico, es ligeramente menor al 6%. La pornografía, apenas alcanza el 1.5%; las páginas con información gubernamental, están cerca del 1%; los temas relacionados con la salud llegan casi al 3%; los sitios personales son aproximadamente el 2.5% y los de carácter religioso, aproximadamente el 0.8%. Visto así, el contenido distinto al comercial es claramente reducido. Pero no hay que olvidar que el 6% en un universo de 800 millones, significa 48 millones de páginas agrupadas en una cantidad El 83 % de los servidores en la WWW contienen material de carácter
comercial (por ejemplo, páginas de empresas). El resto, se distribuye de la
siguiente manera.
Fuente: Steve Lawrence and Lee Giles, "Accesibility of information
on the web", Nature, Vol. 400, 8
july, 1999.
indeterminada de sitios en la red. Esa sería la dimensión de los documentos de carácter científico. En la contraparte, el 1.7% de contenido pornográfico, significa 13 millones 600 mil páginas, siempre y cuando estas estimaciones sean acertadas.
Esas apabullantes cifras, hacen evidente la necesidad de clasificar,
para entenderlo, el contenido de la red de redes. Además una gran cantidad de
sitios en la Internet recibe pocas visitas, en tanto que los más conocidos
acaparan la mayor cantidad de consultas todos los días. En la Internet, que a
estas alturas de su desarrollo está claramente determinada por intereses
comerciales, se reproducen las leyes del mercado que imperan en el resto de
los medios de comunicación. Aquellas empresas con más recursos para
publicitar pero también para llenar sus páginas de contenidos atractivos
para los usuarios de la Internet, alcanzan las mayores audiencias en la red.
De acuerdo con las estimaciones que cada semana publica la empresa
Nielsen, dedicada al estudio de mercados, los sitios más visitados en la
Internet por los usuarios en los Estados Unidos son, invariablemente, de carácter
comercial. En el cuadro adjunto, se muestran los 25 sitios más visitados en
la semana del 23 al 29 de agosto.
Allí puede apreciarse el contenido de los sitios más frecuentados:
los principales, son páginas que ofrecen servicios de búsqueda y conexión a
la Internet, así como páginas de noticias e información general. También
puede observarse el tiempo que, en promedio, destinan los visitantes a cada
sitio (se trata de la suma de los minutos que los usuarios "navegan"
en la o las páginas de cada empresa). En muchos casos, apenas se quedan una
decena de minutos --la permanencia más baja es de dos minutos, en la empresa
GoTo.com, propiedad de la firma Disney--. El sitio visitado durante más
tiempo, una hora y 7 minutos en promedio, es el denominado eBay que ofrece
subastas de todo tipo de artículos a través de la Internet.
Esos datos, muestran el escaso tiempo que permanecen los visitantes de
las páginas en la red. Para tener un panorama más amplio, podemos considerar
los datos agregados en un solo día. El pasado jueves 2 de septiembre de 1999,
las mediciones de Nielsen entre usuarios de la red en los Estados Unidos
encontraron que, ese día, 18.9 millones de personas habían entrado a la red
desde sus hogares. En promedio, esos usuarios estuvieron conectados durante 31
minutos y cada uno visitó un promedio de 3 sitios en la red [1].
¿Qué información puede consultarse en visitas promedio de media
hora, durante las cuales el cibernauta brinca de un sitio a otro en tres
ocasiones? A menos que llegue a toda prisa a localizar un archivo cuya ubicación
ya conoce y copie su contenido en el disco duro de su computadora, es difícil
suponer que el usuario promedio de la Internet dedique su navegación a
consultar textos de los clásicos helénicos, o a entender los avances médicos
en la investigación sobre el cáncer; en media hora ni siquiera es posible
sostener una buena partida de ajedrez con un competidor a distancia. Por
supuesto, nos referimos a los usuarios promedio. Pero ellos son los que nutren
las estadísticas y desde luego, consultan (o consumen) y de esa manera, en
buena medida determinan los contenidos de la red de redes. Los 25 sitios más visitados en la red semana del 23 al 29 de agosto de 1999 Nielsen/Netratings Property
Unique Audience (000) Time
per Person (hrs:min:sec) 2.Yahoo!
16,936
0:33:43 6.Real
Networks
5,224
0:06:32 7.
Excite Network
5,156
0:23:58 8.Microsoft
4,577
0:12:25 12.Amazon
2,438
0:09:16 13.
Blue Mt. Arts
2,137
0:12:07 14.
LookSmart
2,012
0:06:24 15.Snap
1,807
0:10:42 16.AT&T
1,681
0:11:17 17.CNET
1,541
0:08:45 19.
Weather Channel
1,460
0:10:46 20.
Broadcast.com
1,419
0:07:59 21.
ZDNet
1,391
0:14:05 22.Viacom
Int'l
1,324
0:13:53 23.
About.com
1,293
0:04:56 24.
GoTo.com 1,194
0:02:58 25.CNN
1,178
0:16:36
Los datos del Nielsen/Net Rating
resultan de las proyecciones que esa empresa elabora a partir de un panel de
15 mil cibernautas que se conectan a la red desde sus casas. Fuente:THE
NIELSEN//NETRATINGSREPORTER,September 2, 1999
La heterogeneidad de contenidos en la red, puede constatarse --si es que hace falta-- en un ejercicio muy sencillo. En el motor de búsqueda de Altavista, solicitamos información sobre varios personajes de ayer o de ahora, en diversos campos de actividad. Los resultados, aparecen en el siguiente cuadro. Los nombres, los elegimos de manera arbitraria. En esa breve revisión no de todo el contenido de la red pero sí de los contenidos registrados en uno de los buscadores más completos, aparecen con toda transparencia la diversidad, así como la parcialidad temáticas de la red de redes. Madonna tiene 100 veces más páginas que Miguel de Cervantes, para referirnos a dos de los casos más extremos. La muñeca Barbie tiene el doble de páginas que Platón, pero ese filósofo griego aparece en tres veces más sitios web que Elvis Presley. Cabe aclarar que esos índices se modifican constantemente, casi siempre por el aumento en las páginas que tienen registradas aunque, también, cuando se detecta que un sitio ya no está en la red. Los datos del cuadro adjunto, han de verse sólo como indicativos de tendencias registradas en la WWW de la Internet. Páginas web indexadas por Altavista acerca de diversos personajes Resultados tomados el 5 de septiembre de 1999 Madonna 508 920 Barbie 360 510 Bill Clinton 181 654 Platón 170 970 Bill Gates 146 625 Walt Disney 127 055 Marilyn Monroe 86 999 Tarzán 74 710 John Lennon 70 307 Mónica Lewinsky 48 996 Albert Einstein 48 745 Michael Jordan 47 569 John F. Kennedy 64 760 Elvis Presley 54 126 Princesa Diana 40 423 Mickey Mouse 40 402 Winston Churchill 33 429 Demi Moore 33 014 Adolf Hitler 30 383 Fidel Castro 24 708 Karl Marx 24 106 Ernst Hemingway 19 388 Pablo Picasso 16 280 Mahatma Gandhi 15 455 Ernesto Zedillo 13 514 Immanuel Kant 10 003 Dante Alighieri 9 547 Bart Simpson 9 040 Jorge Luis Borges 8 204 Octavio Paz 5 927 Marcel Proust 5 572 Miguel de Cervantes 5 133 Emiliano Zapata 4 021 Carlos Salinas de G. 3 501 Charles Chaplin 2 652 Ernesto Che Guevara 2 571 Fuente: Búsqueda en el motor Altavista (http://www.altavista.com/) la tarde del 5 de septiembre de 1999. A fin de asegurar una menor dispersión de la información encontrada, se utilizó el signo "+" en los nombres con más de una palabra (por ejemplo: "Marcel+Proust"). El
español, presencia a la baja frente la hegemonía del inglés
El inglés es, sin duda, el idioma de la Internet. Y así, también muy
probablemente, seguirá ocurriendo. Por mucho que algunos gobiernos,
universidades, publicaciones, empresas de toda índole y ciudadanos a título
individual cotidianamente abren espacios en la Internet con contenidos en
nuestro idioma, casi todos ellos remiten a home pages en inglés. Es más: para saber qué hay en la Internet
en castellano, tenemos que acudir a índices, o localizadores, que funcionan
--casi todos-- en inglés.
La empresa Global Reach, calculaba a fines de agosto de 1999 que hay
cerca de 215 millones de usuarios de la Internet. La cifra es alta y
discutible. Sin embargo, resulta útil la distinción que esa firma hace entre
los usuarios de la red cuya lengua principal es el inglés, y los internautas
de otro idioma. Según esa fuente, casi el 57% de los cibernautas son de
lengua inglesa y el resto, 95.6 millones, que constituyen algo menos del 44%,
son de otros idiomas.
Los usuarios de la Internet cuyo idioma nativo no es el inglés, se
clasifican según la gráfica que incluimos a continuación. Se trata de
porcentajes del total de aquellos cuya lengua originaria no es el inglés. Es
decir, los internautas que emplean el español como idioma principal son el
10.1% entre aquellos que no hablan inglés de manera preferente. Pero en el
universo de todos los usuarios de la red, constituyen el 4.46%, con 9.6
millones de usuarios. Usuarios de la Internet cuya lengua materna no es el inglés
Fuente: Global Reach, http://www.euromktg.com/globstats/
Una
investigación del Instituto Cervantes en Madrid, a cargo del profesor
Bernardo Díaz Nosty, encontró que a fines de 1998 o comienzos del año
siguiente, en la red habría cerca de 7.7 millones de personas que hablan español.
De ellos, el 57% son hispanos que viven en Estados Unidos; el 28.5%, viven en
España y el resto, algo más del 14%, viven en América Latina y en otras
regiones del mundo [2].
Estas cifras no son contradictorias con el dato de 5.29 millones de usuarios
latinoamericanos que proporcionamos antes. Una gran cantidad de ellos --más
de 4 millones, según estimaciones recientes--, son brasileños y por lo tanto
hablan portugués.
Según la misma investigación, en 1998 los usuarios de habla hispana
constituían el 2.7% del total de cibernautas en el mundo. Para el año
siguiente, 1999, habían disminuido a 1.51%.
Clasificados por idiomas, de acuerdo con el Instituto Cervantes, el 70%
de los contenidos en la red se encuentran en inglés y solamente el 1.5 en
español.
Usuarios
de Internet que
hablan español: 7.7
millones de personas De
ellos: 4.4
millones son hispanos en los Estados Unidos 2.2
millones viven en España 1.1
millones viven en América Latina y otras regiones Usuarios
que emplean el
español en la Internet 1998 1.51% Fuente:
Instituto Cervantes Idiomas
de las páginas escritas
en la Internet, 1998 Inglés
70% Japonés
5% Alemán
3.3% Francés
1.9% Español
1.5% Si
esas tendencias se mantienen hasta el otoño de 1999 y tomando en cuenta los
datos que indican que hay cerca de 800 millones de páginas web,
podríamos suponer que en toda la red de redes existen aproximadamente 12
millones de páginas en español. Empleando el mismo procedimiento y a partir
de los datos de Hobbes Zakkon sobre la cantidad de sitios web, se puede concluir que de los 7 millones de sitios en la red,
unas 105 mil están en idioma español. En
1996, en todo el mundo, había 328 millones de personas que hablaban español
y que constituían el 5.7% de la población del planeta
[3].
En comparación, como ya se mencionó, solamente el 1.5% de los usuarios de la
Internet emplean este idioma. Esa
débil cuota de páginas en nuestra lengua en la red de redes, también puede
ser considerada como expresión de las dificultades que hay en nuestros países
tanto para el acceso a la comunicación en la Internet, como para la propagación
de nuestras culturas en ese medio. Una indagación de las páginas registradas
en los principales idiomas en el sitio de Altavista, uno de los principales
motores de búsqueda que hay en la red, ofreció los siguientes resultados. Páginas
web registradas en
el buscador Altavista el 17 de mayo de 1999
Inglés
195 575 324
61.8
Alemán
18 866 541 5.97
Japonés
5 269 462
1.66
Francés
5
133 539
1.62
ESPAÑOL
4 272 047
1.35
Sueco
2 882 744
0.91
Holandés 2 302 590
0.72
Fuente: Búsqueda en Altavista Cinco
puntos para las políticas nacionales
de promoción de la red
En las páginas anteriores,
hemos ofrecido una revisión muy rápida del estado actual de la red de redes.
En síntesis, puede decirse que en tanto la Internet crece con mucha rapidez
en todo el mundo, los usuarios en América Latina aumentan aunque de manera un
tanto incierta y los contenidos en idioma español, tienden a disminuir.
En América Latina, con unas cuantas excepciones nacionales, la
Internet se ha desarrollado al garete de las fuerzas del mercado. Sin duda, la
empresa privada y la iniciativa misma de los ciudadanos interesados en
incorporarse a la red de redes han sido fundamentales para que exista un
crecimiento constante y diverso. Pero a diferencia de otras regiones del
mundo, en esta zona del Continente las políticas estatales de explícito y
efectivo respaldo al crecimiento de la red de redes, han sido escasas.
En otros sitios, han existido proyectos gubernamentales e
inter-institucionales con recursos y miradas de largo plazo, tanto para
promover el acceso de los ciudadanos a equipos y conexiones, como para la
instalación de redes, la colocación de contenidos culturales representativos
de cada nación y para la educación de los nuevos usuarios de la Internet [4].
En América Latina, por lo general, esas tareas se han dejado a la disposición
y la capacidad --pero también a las prioridades e intereses-- de las empresas
privadas.
Uno de los principales obstáculos para el acceso de las sociedades
latinoamericanas a la red de redes, se encuentra en el alto costo de los
servicios de conexión. Los precios cambian frecuentemente pero, en términos
generales, suelen ser más elevados en los países de esta zona, que en las
naciones de mayor desarrollo. Por ejemplo, se ha informado que en Argentina,
"el alto costo para ponerse en línea, ha sido considerado como el
principal impedimento para el crecimiento de la Internet, con un promedio de
costo del proveedor de Internet e importe de la factura telefónica estimado
en 54 dólares mensuales, casi el doble que en los Estados Unidos" [5].
Podrá decirse que en la medida en que aumenten los usuarios, los
precios bajarán. Pero se trata de un círculo vicioso que no siempre se rompe
con una mayor demanda: también, puede considerarse que el alto costo de las
tarifas telefónicas aunado al precio del contrato con un Proveedor de
Servicios de Internet (ISP) detiene el crecimiento en el número de
cibernautas en América Latina.
Así que una primera asignatura para promover el acceso a la red, más
allá del interés inmediato de las empresas privadas, consistiría en tener
políticas de abatimiento de los precios de conexión.
Un segundo dique para el desarrollo de la Internet, se encuentra en el
costo aún alto de los equipos de cómputo. También en ese aspecto, es
frecuente que las leyes del mercado tarden más en reducir los costos en América
Latina, que en otros países del mundo. Una computadora adquirida en algún
plan de descuento, ahora llega a costar solamente 600 dólares en los Estados
Unidos. El mismo equipo, vale el doble o el triple en casi cualquiera de los
países de América Latina.
Una tercera vertiente de cualquier política integral para la Internet
en América Latina, tendría que incluir la capacitación de los usuarios. No
basta con tener computadora y conexión para navegar con fluidez y provecho.
Cada vez, resulta más importante contar con aprendizaje para entender y
utilizar a la red de redes. Un empleo de calidad de la Internet, como de
cualquier tecnología, implica instrucción y actualización de sus
consumidores. Eso significa destrezas tanto para recibir, como para colocar
información en el ciberespacio. No nos referimos solo a la capacitación técnica.
Junto con ella, se requiere de un aprendizaje suficiente para saber buscar y
por lo tanto discriminar entre las montañas de contenidos de toda índole que
hay en la red de redes. Un cuarto aspecto, sería la existencia de facilidades para crear sitios web con información cultural, educativa, política y de servicios de cada país. Esa tarea, casi siempre corre a cargo de los negocios interesados en vender publicidad o algún producto a través de la red, pero constituye una de las puertas más accesibles para fomentar el conocimiento de un país en el resto del mundo --y también, para robustecer las culturas y las idiosincrasias nacionales--. No se trata solamente de propiciar la conexión de las sociedades latinoamericanas con los contenidos situados en la red desde los países de mayor desarrollo industrial, sino de facilitar un intercambio regional. Junto con el acceso a sitios web de los Estados Unidos, es posible y deseable que los argentinos, mexicanos, uruguayos y venezolanos --entre otros-- se enlacen gracias a la Internet.
En quinto lugar, es pertinente promover la instalación de accesos a la
Internet en tantos sitios públicos como sea posible. En pocas naciones
existen programas para llevar la red a las escuelas básicas (casi siempre,
esos proyectos se limitan a las universidades). Además, en bibliotecas,
centros de recreo, oficinas de gobierno, clubes y otros sitios, sigue siendo
insuficiente la instalación de equipos de cómputo, con conexiones a la red y
personal adiestrado para facilitar su uso.
Junto con esas cinco medidas, cada circunstancia nacional requiere de
políticas legislativas y prácticas de desregulación estatal respecto de las
cuales, es difícil establecer criterios generales. La privatización de las
empresas telefónicas parece una realidad generalizada e irreversible en la
región, igual que en el resto del mundo. Sin embargo, las consecuencias que
esas privatizaciones han tenido en el precio y la calidad de los servicios a
los usuarios finales, aún están por evaluarse y contrastarse. Lo mismo puede
decirse de las empresas a cargo de la dotación de servicios de conexión
(ISP's). En la mayor parte de los países, no han existido restricciones para
el establecimiento de esos negocios pero, en muchos casos, tampoco se han
creado controles a los precios de esos servicios. La regla casi general, como
ya mencionamos, ha sido el mantenimiento de costos superiores a los que hay en
los Estados Unidos. La
Internet: ¿prioridad, o lujo
en América Latina? ¿Conexiones, o comestibles? Ese es uno de los dilemas todavía frecuentes cuando se discute la importancia que la Internet, y en general el acceso a las diferentes vertientes de la Sociedad de la Información, debe tener en los países en desarrollo. Si se le contrapone con el gasto público en alimentación, en salud o en educación básica, evidentemente no hay discusión: la Internet está en un plano secundario después de esas prioridades. Pero al mismo tiempo, la necesidad de pensar en el desarrollo a mediano y largo plazo y no sólo en las urgencias coyunturales, lleva a gobiernos y sociedades a considerar la importancia de invertir en recursos de informáticos.
Desde luego, no basta con tener información. El ya citado Reporte sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas,
reconoce que el potencial de las nuevas tecnologías es muy grande, pero por sí
solo no es la solución a los rezagos sociales y advierte:
"Las escuelas pobres en información y los hospitales, a menudo
están pobremente conectados. En Sudáfrica, el país mejor conectado de
Africa, muchos hospitales y cerca del 75% de las escuelas no tienen línea
telefónica. Incluso en el nivel universitario, en donde hay conexión, hasta
mil personas pueden depender de una sola terminal. Una sola computadora no es
suficiente; se necesita toda una infraestructura en telecomunicaciones
"El equipo es necesario, pero para ser parte de una solución el
aprendizaje a distancia requiere instituciones, destrezas y buena administración.
La tecnología para el aprendizaje a distancia tiene poco provecho sin cursos
de contenido relevante y fuerte apoyo del personal. Zambia tuvo un éxodo de 7
mil profesores entre 1986 y 1990, especialmente debido a la contracción del
presupuesto educativo. La tecnología no puede trabajar en donde no hay
personal de apoyo que ayude a los alumnos a obtener el máximo posible de la
red.
"La información es solo una de muchas necesidades. El correo
electrónico no es sustituto para las vacunas y los satélites no pueden
abastecer de agua potable. Los proyectos de tecnología de alto perfil, tienen
el riesgo de oscurecer las prioridades básicas. Como decía un trabajador de
la salud en Katmandú, 'nuestras prioridades son la higiene, la salubridad,
agua confiable para beber... ¿cómo va a cambiar eso el acceso a la Internet?
La principal limitación son los recursos inadecuados para los sistemas de
salud y educación en general" [6].
Todo eso, resulta incontrovertible. Si no hay dinero para contratar
maestros, es impensable proponerse tener computadoras en las escuelas. Sin
embargo, es preciso pensar en cómo respaldar mejor a los maestros cuando haya
recursos para sus salarios y en cómo enseñar, en esas escuelas, los nuevos
procedimientos para obtener información.
El debate entre conexiones y comestibles, no debería estar definido
por ningún fundamentalismo. Hacen falta comida, vivienda, vestido, medicinas
y la Internet no va a sustituir a ninguno de esos mínimos de bienestar. Pero
a través del comercio, la red de redes puede contribuir a obtener aunque sea
en parte los recursos necesarios para sufragar las políticas sociales. Y
merced a la instrucción y la formación cultural, puede coadyuvar a que la
vida de todos, sin por ello abolir artificialmente las diferencias sociales,
sea más llevadera. Temas
y preguntas pendientes en
una discusión nueva y urgente La discusión sobre el desarrollo de la Internet en América Latina, es nueva e incompleta. Apenas, unos cuantos autores se han ocupado de reflexionar sobre ella [7]. Solamente en la medida en que esa discusión se extienda, será posible diseñar políticas nacionales y regionales capaces de involucrar no sólo a los Estados, sino a las sociedades de esta región. En estas páginas, hemos querido ofrecer elementos para un diagnóstico del estado actual de la Internet, como parte del contexto de esa reflexión. Los temas pendientes son muchos. Nos apoyamos en una indagación reciente sobre la relación entre conocimiento y pobreza global, para enumerar algunos de los puntos del debate internacional, vigente pero incompleto, en torno al uso de nuevas tecnologías en los países en desarrollo. "-Las estrategias de comunicación y las infraestructuras, ¿qué tan lejos pueden y deben facilitar la producción local y el intercambio sur/sur? -¿Quién, si es que alguien, debería controlar la generación y el flujo de información a través de un sistema cuya transparencia tecnológica funcione en contra los regímenes de información altamente regulada por los gobiernos en muchos de los países más pobres? -¿Cómo, si es factible, puede ser ubicado este enfoque en los planes de negocios de las industrias globales de comunicación, conocidas extensamente en el flujo norte-sur de programación para la radio y TV, libros, tráfico de telecomunicaciones, aprendizaje e intervención especializada? -¿En qué magnitud amenaza ese flujo a las cultura frágiles? -¿Cómo pueden ser protegidos los derechos de propiedad intelectual del conocimiento autóctono?" [8]. A esas preguntas, podemos añadir cinco asuntos que han sido ejes de polémicas recientes en el plano internacional pero que no siempre han sido discutidos desde una perspectiva latinoamericana. a) Censura a los contenidos considerados como perniciosos y que circulan en la red de redes. Iniciativas de ley para sancionar a quienes colocan páginas con pornografía (como sucede en Estados Unidos y Alemania, entre otros países) e, incluso, medidas para evitar la consulta a espacios de contenido político (como ocurre en China, Singapur y Vietnam, entre otros sitios). Diseño y propagación de filtros para atajar la recepción de mensajes indeseados (especialmente, para proteger a niños y jóvenes de la pornografía). Clasificaciones y/o sanciones: riesgos de que la subjetividad de los clasificadores se imponga a la libertad de los usuarios para recibir, responsablemente y en ejercicio de sus derechos como ciudadanos adultos, los contenidos de la índole que ellos quieran. b) Correo chatarra. Proliferación de mensajes no deseados. Diseminación de virus. Tráfico con listas de direcciones electrónicas. Preponderancia de la comercialización por encima del servicio y la utilidad públicos en la red de redes. c) Encriptación e intrusión. Proyectos de gobiernos como el de Estados Unidos para impedir la codificación de mensajes con programas que no puedan ser reconocidos por sus corporaciones policiacas, o para incorporar recursos capaces de permitir la develación de información sin la voluntad de sus propietarios. d) Dispersión y confusión de la información que circula por la Internet. Banalización y heterogeneidad de contenidos. e) Comercialización irrefrenable pero también inmoderada. Desplazamiento, sustitución o inexistencia de los espacios públicos. Limitaciones de instituciones estatales y de las universidades públicas para extender la red de redes con contenidos propios [9]. Esos son algunos de los temas pertinentes en el examen de la Internet. Conociéndola y discutiéndola, podremos utilizar con mayor provecho ese instrumento descomunal y paradójico que es la red de redes. La Internet puede ser lo mismo el maravilloso Aleph del siglo 21, que una nueva torre de babel donde los desencuentros sean más que los hallazgos. Existe el riesgo de que allí tengamos tanta información sin orden ni utilidad que en vez de recurso para el desarrollo, el ciberespacio sea un terreno repleto de embaucamientos y escombros. Queremos creer que, de todos modos, Borges estaría encantado de navegar en esa moderna alfombra mágica. --0-- [2]
Anuario El español en el mundo,
del Instituto Cervantes. Se puede encontrar alguna información en http://cvc.cervantes.es/obref/anuario_99/
, aunque los datos que ofrecemos en las tablas adjuntas los calculamos a
partir de información aparecida en la prensa española: "El español sufre un
vertiginoso descenso en Internet" , El
Mundo, Madrid, 11 de mayo de 1999 y "El
Cervantes condiciona el futuro del español a la economía
latinoamericana" El País,
Madrid, 11 de mayo de 1999. [3]
Francisco Moreno Fernández y Jaime Otero, "Demografía de la lengua
española", en El español en
el mundo, 1998. Instituto Cervantes, http://cvc.cervantes.es/obref/anuario/ [4]
Sobre las políticas gubernamentales que promueven a la Internet en
Estados Unidos, Canadá y Europa, puede verse el Capítulo IV de nuestro
libro La nueva alfombra mágica.
Usos y mitos de Internet, la red de redes: www.etcetera.com.mx/libro/alfombra.htm [5]
"Net remains privilege of argentinean elite", información de la
agencia Reuters en NUA Internet
Surveys, august 16 1999, Col. 4, No. 32. [6]
United Nations, Human Development...
cit., p. 59. [7]
En Argentina, destaca la obra del profesor Alejandro Piscitelli, autor de Ciberculturas
(Paidós, 1995) y de Post/Televisión.
Ecología de los medios en la era de Internet (Paidós, 1998). [8]
Ketih Yeomans, "Global knowledge and global proverty: partnerships
for development". Inter-media, International
Institute of Communications, London, Vol. 27, No. 1, march 1999, p. 38. [9] Raúl Trejo Delarbre, "Internet y Sociedad. Algunos apuntes para discutir en México a la red de redes" en Ciberespacio y sociedad. www.arnal.es/cys/ [1]
Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad
Nacional Autónoma de México (http://serpiente.dgsca.unam.mx/iisunam/).
Director del semanario etcétera (www.etcetera.com.mx).
Columnista político en La Crónica de
Hoy (www.cronica.com.mx). [2] El investigador Robert Hobbes
Zakkon ofrece esta estimación para agosto de 1999 en su notablemente útil
página Hobbes' Internet Timeline v4.2: http://info.isoc.org/guest/zakon/Internet/History/HIT.html#Growth
Una versión en español de esa
página se encuentra http://ibarrolaza.com.ar/zakon/hit.html [3]
Mohsen Tawfik, "Is the world wide web really worldwide?" Ensayo
colocado en Webworld de
la Unesco: www.unesco.org/webworld/points_of_view
, julio 23 de 1999. [4]
United Nations Development Programme, Human
Development Report 1999. Globalization
with a human face. www.undp.org/hdro/99
, p. 58. [6]
Tawfik, cit. [7]
Tawfik, ibid. Datos tomados de investigaciones de la empresa eStats. [8]
Información citada en Roberto Aguilar, "Prevén más negocios por la
red en AL", Reforma, México,
30 de agosto de 1999. [9]
Andrés Oppenheimer, "¿Cambiará la Internet a América Latina?",
en Reforma, México, 24 de noviembre de 1998. [10] Datos del Nic México, en http://www.nic.mx/esta/survey.html [11]
Datos elaborados a partir de la información del Nic México: http://www.nic.mx/cgi/cuantos_dominios [12] El 20 de septiembre, el NIC México enumera una relación de 411 empresas de esa índole, en todo el país. [13] Datos publicados en "Concentra Telmex el 75% de internet en México". La Crónica, México, 7 de septiembre de 1999. [14]
Especialmente la UNAM y el
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, la primera pública
y el otro, privado. [15]
Steve
Lawrence y Lee Giles, "Accesibility of information on the web", Nature,
Vol. 400, 8 july, 1999. Los trabajos de estos investigadores están
resumidos en el sitio http://www.wwwmetrics.com/ [16]
Una relación de sitios y estimaciones, se encuentra en la lista de Susan
Herzog, "How many pages on the web?", en:
http://www.vrd.org/Dig_Ref/dig_ref-l/Current/1213.html [17]
Eso aseguran los administradores del buscador "all the web": http://www.fast.no/faq/faqfastwebsearch.html |