El sitio de Raúl Trejo Delarbre

 

Entrevista de Julián Díaz Goiruria publicada por la revista electrónica bitniks en febrero de 1997. Apareció originalmente en: http://www.bitniks.es/bn/revista4/entrevista.html

 

RAUL TREJO DELARBRE:

(Premio Fundesco)

 

"No es verdad que Marcos ande por la selva chiapaneca con un ordenador"

 

Por Julián Diaz Goicuria

El mexicano Raúl Trejo Delarbre no es un teórico más de las Nuevas Tecnologías de la Información, sino un investigador capaz de aportar el punto de vista latinoamericano a un mundo progresivamente globalizado. Premio de Ensayo Fundesco 1995 por su obra "La nueva alfombra mágica (usos y mitos de Internet, la red de redes)", ha sido Premio Nacional de Periodismo 1994 en México, es director del semanario ETCETERA e investigador titular del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de México.
 

 

INTERNET es, por definición, una red global. ¿Cómo podemos desarrollar un acercamiento desde el punto de vista Latinoamericano?

Antes que nada hay que recordar, en todo momento, la "globalidad" de Internet. Parece obvio pero a menudo, en aras de las búsquedas regionales o la defensa de intereses específicamente nacionales, se olvida ese carácter amplio, multicultural y multinacional de la red de redes. Ubicado así, un acercamiento latinoamericano tendría que tomar en cuenta las limitaciones que en cada uno de nuestros países existen para que amplios segmentos de la población se conecten a la red. Internet es --y creo que seguirá siendo, al menos en el mediano plazo-- un medio de comunicación para élites. Esa singularidad se acentúa en países en donde las conexiones telefónicas son caras, las computadoras (ordenadores, dicen ustedes) per cápita son pocas y la cultura informática aún es débil. Con todo y gracias a todo, ya existen espacios y redes específicas que funcionan, y muy bien, en varios países de América Latina.


¿Ha habido iniciativas sustanciales de cooperación entre los países latinoamericanos hacia el ciberespacio?
 

No, que yo sepa. América Latina no tiene la cohesión política que ahora se ha logrado en Europa. Mucho menos, contamos con marcos normativos como el que han constituído el Informe Bangemann y sus proyectos sucedáneos.

¿El proceso de privatización de las empresas de telecomunicaciones en Latinoamérica ha sido positivo para el fomento de la comunicación electrónica?

Ni positivo, ni negativo, en parte porque esa privatización aún está en proceso. En algunas naciones, ha permitido que se abran empresas que dan servicio directo de conexión a la Internet, pero eso hubiera ocurrido de todos modos con las telefónicas en manos, total o parcialmente, de organismos estatales. Hasta donde puedo apreciar, aun no existe una competencia tan intensa que permita, por ejemplo, abatir los precios del acceso a la Internet.

¿Qué función deben asumir los Estados Latinoamericanos para el fomento de las redes?

Tendrían que reconocer que sin políticas estatales, claras, intencionadas y ambiciosas, nuestros países se quedarán a la zaga del desarrollo de la red de redes. De manera indirecta, hay políticas estatales en esa dirección a través de las universidades públicas. Pero eso no basta. Los principales gobiernos latinoamericanos siguen contemplando a la Internet como un espacio extraño, para el que no contemplan el desarrollo de políticas específicas de fomento a la presencia de cada una de nuestras naciones. Quizá hay excepciones, pero son precísamente eso.
 

¿Da crédito a las sospechas sobre blanqueo de dinero del narcotráfico a través del mercado de ordenadores en Latinoamérica?

Creo que el narcotráfico emplea todo recurso a su alcance. Si hay blanqueo de dinero o cualquier otra tropelía en la Internet, se trataría de un asunto internacional y no específicamente latinoamericano. Para "blanquear" dinero, de todos modos, existen y siguen funcionando procedimientos más rudimentarios y aun exitosos en muchos de nuestros países. Pero esa actividad delictiva suele depender de intereses y decisiones de pandillas criminales en diversas naciones.
 

¿Ha identificado intentos de España no hacia Latinoamérica, sino con Latinoamérica en el mundo INTERNET?

No, que yo recuerde, excepto la inclusión de sitios latinoamericanos en algunos directorios de páginas web en español. Sigue existiendo una actitud de indiferencia entre España y los países de América Latina, también en la Internet. Pero ese es un asunto de ida y vuelta; es decir, ni nos ven ni los vemos para articular proyectos conjuntos.Así es en diversas áreas y la Internet no es una excepción.

¿El castellano, y su progresivo peso demográfico, no es nuestra gran baza?
 

El castellano ofrece el marco de referencia común, a pesar del evidente e inevitable predominio del idioma inglés. Pero fuera de algunos espacios en el web dedicados a defender el uso del castellano con una posición más bien autárquica, nos siguen faltando imaginación, decisión (y recursos) para proyectos iberoamericanos.
 

¿Podría evaluar la situación de Mexico en el acceso al ciberespacio?

México experimentó un auge fuerte de la Internet en 1996 y luego, un leve estancamiento. No contamos con un censo actualizado y completo, pero creo que no me equivoco demasiado si estimo que ahora tenemos unos 350 mil internautas frecuentes. Es muy poco en una sociedad de casi 100 millones de habitantes, pero no es una cantidad despreciable si se toma en cuenta la capacidad de propagación que esos usuarios (muchos de ellos universitarios, o empleados de empresas altamente tecnificadas) tienen para difundir en sus áreas de influencia las ventajas y posibilidades de la Internet. Lo que nos sigue faltando, es examinar y evaluar con seriedad los usos sociales, culturales y políticos de la red de redes y llevar esa reflexión a espacios más amplios de la sociedad mexicana.
 

¿El mito del subcomandante Marcos en el ciberespacio es positivo, negativo, o simplemente un fenómeno neutro?


Simplemente es. Y es, precisamente, mito. No es verdad que Marcos ande por la selva chiapaneca con un ordenador conectado a su teléfono satelital (entre otras cosas porque eso lo haría rastreable y entonces más vulnerable), aunque es posible que el "subcomandante" no siempre estérecluido en aquella región del sureste mexicano. Lo que sí es cierto, es que la propaganda del Ejército Zapatista se ha propagado con enorme éxito a través de la red de redes, en muchas ocasiones con versiones no del todo objetivas y fundamentalmente, apologéticas de ese movimiento.

¿Sería válido afirmar que también en INTERNET el medio es el mensaje?

Y el mensaje, valga el retruécano, es el medio: la interactividad y la posibilidad de que cada quien, si quiere, abra sus propios espacios, hacen de la red de redes un medio muy singular, que trastorna o al menos matiza las teorías tradicionales de la comunicación según las cuales un emisor se dirige autoritaria y unilateralmente a varios receptores.

Desde que en 1995 publicó su ensayo "La nueva alfombra mágica", ¿cree que la red de redes ha cambiado de forma sustancial?
 

Francamente no. Me asombra la permanencia y/o reiteración en el debate actual en la red de redes, de los mismos asuntos que abordaba en aquel libro. "La nueva alfombra mágica" fue escrito en 1995 y ligeramente actualizado antes de su publicación, en el primer semestre del 96. Entonces pensaba que el libro tendría una vigencia de nada más un año, en vista del desarrollo de la red de redes y de la previsible aparición de nueva bibliografía. Pero creo, honestamente, que en lo fundamental la descripción que allí se hace de los rasgos y usos de la Internet, sigue siendo actual y se ajusta al perfil de la red de redes.

¿Suscribiría un slogan como "Somos latinos y estamos orgullosos de serlo (también en el ciberespacio)"?
 

Diría que siendo mexicano y estando muy orgulloso de serlo, también lo estoy de ser iberoamericano y de ser cibernauta. Todo ello, junto. La red de redes nos permite ser más contemporáneos del mundo sin perder nuestras respectivas identidades --a veces, incluso, sirve para exacerbar posiciones agresivas y descalificadoras de las identidades de otros--. Pero rasgos como esos no son culpa ni efecto de la Internet. La red de redes es, antes que nada, una colección de espejos de la realidad. Si esa realidad es nacionalistamente creativa e informativamente enriquecedora, o de un racismo y una violencia rampantes y de una trivialidad apabullante, se debe a que la realidad es todo eso y mucho más.