Revista Siempre! septiembre de
2005
Charlas de café
Raúl Trejo Delarbre/Autor de Poderes
salvajes. Mediocracia sin contrapesos
Los medios
no construyeron a Fox,
sino los ciudadanos que votaron por él
Por: Eve Gil
Entender a los medios es necesario tanto para
prever los alcances de la
educación, como para apreciar el estado de la moral en nuestras
sociedades.
¿Fueron los medios, específicamente
Hollywood, los inspiradores de los perpetradores del ataque del 11
de septiembre de 2001? ¿Es Fox nuestro primer presidente virtual?
Esta y otras preguntas responde el
periodista, comunicólogo y catedrático Raúl Trejo Delarbre (México,
1953) en su más reciente libro Poderes salvajes. Mediocracia sin
contrapesos (Cal y Arena, 2004) donde hace gala de objetividad y de
un gran dominio del tema de los medios que lo coloca a la altura de
otros teóricos de este campo todavía nuevo mencionados en su libro
tales como Néstor García Canclini y Beatriz Sarlo.
“Entender a los medios es necesario
tanto para prever los alcances de la educación, como para apreciar
el estado de la moral en nuestras sociedades. A diferencia de la
metáfora de McLuhan tenemos un sistema mediático que, lejos de ser
extensión de los hombres, tiende a convertir a la gente en
extensiones suyas”.
El ataque a las Torres
Gemelas, a tiempo para la TV
Eve Gil.- ¿Cree que de
algún modo los medios inspiraron a los terroristas que perpetraron
el atentado del 11 de septiembre de 2001?
Raúl Trejo Delarbre.-
El terrorismo, particularmente el radical del mundo
musulmán, tiene otras raíces, otra historia, otro concepto, aunque
desde luego se puede apreciar un aprovechamiento de los medios.
Pareciera, y subrayo pareciera, que los atentados estuvieron
pensados para los medios, y si no fue intencional que fuera así, por
lo menos ese efecto llegó a tener. El que el ataque contra las
Torres Gemelas ocurriera a tiempo para que la segunda colisión
ocurriera a tiempo para ser registrada en vivo por la televisión
internacional es un acontecimiento que forma parte de la repercusión
mediática. Pero no se efectuó pensando sólo en los medios, sino
también en su profundo rencor y afán de venganza.
Resulta muy difícil encontrarle
alguna racionalidad, que yo pueda entender por lo menos, a
acontecimientos tan desbordados más allá de la razón, pero desde
luego no hay protagonista de la vida pública contemporánea que no
piense en el efecto mediático.
E.G.- Hace usted una
comparación entre las cadenas CNN y Al-Jazeera, en la que finalmente
la cobertura de esta última se impuso a nivel mundial sobre la
censura de la primera. ¿Pudiera esto ser sintomático de la pérdida
de credibilidad, ergo de poder, de la cadena norteamericana?
R.T.D.- No. En
ocasión de la intervención armada en contra de Irak, lo que vimos
fue la fortificación de la presencia de una cadena que representó el
contrapunto informativo y político de la CNN, pero que no significa
una competencia para ellos a nivel internacional. Es justamente por
la relevancia de la CNN que a Al Jazeera se le ha llamado “la CNN
del mundo árabe”, pero trabajan de manera distinta y tienen
objetivos diferentes. La CNN no tiene objetivos expresamente
políticos; Al Jazeera, sí.
E.G.- Sin embargo, la CNN
acató las órdenes de la Casa Blanca y falseó la información...
R.T.D.- Claro que
sí. Una cosa es que no tenga nexos políticos y otra que no acepte
las restricciones que le impone el gobierno. ¿Por qué lo hicieron?
Porque sus negocios son fundamentalmente los Estados Unidos y al
igual que el resto de las cadenas televisivas de Estados Unidos, la
CNN manejó la información de manera completamente inadecuada, e
ilegal me parece a mí, que estableció el gobierno de George Bush.
El caso de Paul Attner
E.G.- En su libro menciona
el caso de un periodista de nombre Paul Attner, estrella de la CNN,
que fue forzado a brindar disculpas por difundir una información
contraria a los intereses de los estadounidenses, y posteriormente
fue despedido de la cadena. Sin embargo, el tabloide Daily Mirror lo
llamó a sus filas. ¿Significa esto que en Inglaterra, que también
está involucrado en la guerra, sí se respeta la libertad de
expresión?
R.T.D.- Por lo
menos demostraron más flexibilidad. En Inglaterra el margen de
maniobra, la autonomía que llegaron a tener algunos medios fue tal
que la BBC, que es la cadena de radio y televisión públicas del
país, tuvo actitudes discrepantes con el ministro Tony Blair, y en
ese contexto se mantuvieron diarios como The Independent.
Attner es uno de los periodistas
más enterados de lo que ocurría en Irak por su conocimiento del
mundo árabe que databa ya de muchos años y su carrera de ciencias
sociales. El decidió permanecer en la capital iraquí tras su
despido, no en el hotel donde se hospedaban los demás reporteros
sino en otro, y logró crónicas admirables que registran la
intensidad de la situación en Bagdad en los días más álgidos de la
guerra.
Con esta colección de hechos no es
de sorprender que al ser despedido por sus jefes de la CNN, Arnett,
figura mercantilmente atractiva, haya encontrado rápidamente acomodo
en el Daily Mirror, que aunque es el más popular de los tabloides
británicos dista de ser el más serio. Es una publicación amarillista
donde se mezcla la política con la nota roja y los espectáculos.
No puedo compararlo con ninguna
publicación mexicana porque aún no surge una de esa naturaleza,
aunque digamos que es una mezcla del viejo Alarma!, TV Notas y algo
de nuestras publicaciones de corte político.
En el caso Fox, los
medios fueron importantes, pero no definitivos
E.G.- ¿Considera que Fox es
el primer presidente construido por los medios?
R.T.D.- Para nada.
Lo construyeron los ciudadanos que votaron por él, aunque algunos ya
se hayan arrepentido. De ninguna manera puede decirse que Fox ganó
por los medios. Puede reconocerse, sí, que sin la apertura mediática
que ya existía en el 2000, es posible que el licenciado Fox no fuera
nuestro presidente. Los medios jugaron un papel importante pero no
el definitivo.
evelinamaria@yahoo.